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CUBA: Por un cambio pacífico hacia la libertad
27/06/2007 | Dr. János Kóka


La Alianza de Demócratas Libres, un partido liberal húngaro, proviene de la herencia política de la oposición clandestina húngara que existió bajo el régimen comunista.

Es nuestro deber hacer oír nuestra voz dondequiera que los derechos democráticos sean seriamente quebrantados, dondequiera en el mundo, incluida Cuba.

Muchos de los que están en nuestro partido tienen experiencia de primera mano del quehacer de un régimen autoritario. Seguimos de cerca con mucho interés las actividades de la oposición pacífica y democrática cubana.

Cuando los intelectuales del Proyecto Varela fueron arrestados en marzo de 2003, estuvimos de acuerdo con la adopción de la sanciones de la Unión Europea. Entonces lanzamos una iniciativa que condujo a la resolución de 10 puntos sobre Cuba del Congreso Liberacional en 2006. El Punto 7 dice que “todos los países democráticos con la fuerte asistencia de la Unión Europea, en alianza con las Américas, debe apoyar la democratización de Cuba de forma que no sólo sea rápida y exitosa, también la que menos sufrimiento cause al pueblo cubano.

Los principales principios de la democracia, de los derechos humanos fundamentales y de las libertades son valores universales. Esta cuestión es sumamente importante para los países europeos, porque es uno de los valores comunes incuestionables de la Unión Europea. Estos derechos deben beneficiar a todos, sin importar el lugar de residencia ni el sistema político, social o económico en que viven.

Cuba es uno de los pocos países que quedan en el mundo donde estos valores no se respetan abierta y brutalmente, como queda demostrado en todos los informes realizados por las organizaciones de derechos internacionales. Esto no es ni puede ser un asunto interno del país en cuestión.

Apoyamos un cambio de régimen pacífico y democrático en Cuba, y a todas las fuerzas que están luchando por lograr este objetivo. Esta es la prioridad política en nuestro país, y observamos todos los otros temas a la luz de este objetivo. No vemos razón moral ni política alguna para apaciguar al régimen existente en Cuba. 

 

Desaprobamos firmemente las acciones y los acuerdos que le dan legitimidad política al régimen, y perpetúa la existencia de un sistema que es profundamente antidemocrático, condenado económicamente al fracaso o al colapso total si no cuenta con  ayuda extranjera y que mantiene lazos cercanos con regímenes que tienen incluso una agenda abierta u ocultamente más oscura. Pensamos que una Cuba nueva y democrática es la mejor solución para el pueblo cubano.

 

Es la posición común de la Unión Europea que el diálogo político debe realizarse con ambos: las autoridades y la oposición cubanas, a la vez que se debe discutir el tema de los derechos humanos en todas las visitas y encuentros que se llevan a cabo entre la Unión Europea y “Estados Miembros” y las autoridades cubanas. Esperamos que esta posición común sea respetada por todos los Estados Miembros, las instituciones de la Unión Europea y los partidos políticos europeos. Los contactos con los líderes de la oposición no son tema de negociación.

 

Estamos convencidos que un diálogo no se lleva a cabo por el simple hecho de dialogar. En 2005 iniciamos un diálogo con el sistema político actual que fue un buen primer paso. Pero hasta ahora no hemos visto ninguna mejora en términos de derechos humanos en Cuba.

 

De los 75 activistas y opositores políticos arrestados en 2003, sólo 14 ha sido liberados condicionalmente, y Cuba es uno de los últimos países del mundo que no permite que observadores internacionales entren a sus cárceles. Por tanto no creemos más en la política de gestos unilaterales. La Unión Europea debe sentar criterios específicos para Cuba.

 

Como partido político, los Liberales Húngaros están listos para compartir la experiencia que tuvimos en Hungría en el cambio de régimen por vías pacíficas con las autoridades cubanas, y estamos preparados para ayudar a la oposición cubana en varias formas, incluyendo apoyo político y práctico para sus actividades. Hasta ahora, las autoridades cubanas no han estado abiertas a tales iniciativas, pero esto no nos va a impedir que desempeñemos un rol activo y constructivo en el proceso.

 

Sin embargo, estamos contentos por compartir la experiencia que tenemos en relación a los cambios políticos húngaros que se llevaron a cabo a partir de 1989.

 

Deseamos ver una Cuba libre y exitosa.

 

Janos Koka es ministro de Economía de Hungría y presidente de la Alianza de Demócratas Libres.

 

 

 

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