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Antúnez, Símbolo de Grandeza
19/03/2009 | Rep. Lincoln Díaz-Balart


Publicado en el Diario las Américas el 19 de marzo de 2009.

        Cada día vemos muestras de cuanta razón tenia Martí cuando dijo que “cuando hay muchos hombres sin decoro, hay hombres que tienen el decoro de muchos hombres.”

        El mundo entero parece empecinado en ayudar a la brutal y macabra diarquía de los Castro a mantenerse en el poder absoluto, destruyendo, humillando, esclavizando, empobreciendo y torturando a los cubanos.

        Jefes de estados y de gobiernos, ministros, comerciantes, empresarios, académicos, y gente de cada ralea imaginable, van a Cuban, por 50 años ya la finca particular de los Castro, disfrutan de la esclavitud de los cubanos, y entonces abogan por los grotescos intereses de la diarquía. Como saben que ya no es presidente de Estados Unidos el gran amigo de la libertad de Cuba, George W. Bush, le piden al nuevo inquilino de la Casa Blanca que él también, con el extraordinario poder de Estados Unidos, apoye a la diarquía totalitaria.

        Es un espectáculo que saca a la luz pública lo peor de la condición humana. La esclavitud, como institución económica formal, duró miles de años, no solo por las extraordinarias utilidades que le producía a los que se beneficiaban de ella, sino por sus “beneficios colaterales” para los esclavistas, sus socios y cómplices. La esclavitud siempre ha ofrecido la posibilidad de ser muy “agradable” para los que no sufren la condición de ser esclavos. Pero la maldad inherente en la esclavitud la convierte en la más cruel y condenable de las instituciones creadas jamás por el hombre.

        El pueblo de Cuba cayó en manos de la esclavitud en 1959. Y los mismos intereses que defendieron a esa grotesca institución por miles de años, están en la raíz de la defensa de la diarquía de los Castro hoy.

        Como solía decir mi padre, Rafael Díaz-Balart, desde el mismo primero de enero de 1959, los llamados “revolucionarios” sometieron a Cuba al tratamiento brutal de una horda de piratas y convirtieron a la República en un simple botín de piratas. Castro y sus seguidores se han comportado, desde enero de 1959 hasta el día de hoy, más cínica y sádicamente que un ejército de ocupación.

        Pero los cubanos, ni han dejado de pelear contra la sádica y cínica diarquía, ni han dejado de producir líderes que nos llenan de orgullo por su grandeza y su heroísmo. Uno de ellos es Jorge Luis Garcia Perez “Antúnez”. “Antúnez” es el rostro de la verdadera Cuba; él representa lo mejor de la nación cubana. No importa cuán intensa es la represión, no importa cuán horríficas y brutales las consecuencias, “Antúnez” no renuncia a su convicción de que Cuba tiene que ser libre.

        Hoy día “Antúnez”, junto a su esposa Iris Perez Aguilera, y otro valiente opositor, Diosiris Santana, lleva a cabo una heroica huelga de hambre, por una vivienda digna para cada cubano, el cese de amenazas de muerte contra el preso político Mario Alberto Perez Aguilera (hermano de Iris), los maltratos contra los presos políticos, y la cínica y cruel prohibición que la tiranía le ha impuesto a la hermana de “Antúnez”, Caridad Garcia Perez, de reconstruir su vivienda tras un devastador ciclón.

        “Antúnez” y los otros luchadores por la libertad y la dignidad de Cuba (y todos los presos políticos cubanos) deben saber que los tenemos siempre presentes, que los queremos, que los admiramos, y que el futuro de Cuba será de los cubanos y no de los cobardes piratas que han secuestrado a Cuba por medio siglo.

 

 

 

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