Palabras de Rolando Rodríguez Lobaina durante la entrega del Premio Libertad Pedro Luis Boitel, otorgado a la Juventud Cubana Opositora
29/09/2008 | Rolando Rodríguez Lobaina

Baracoa, 26 de septiembre de 2008.

 

A la red internacional del premio Libertad Pedro Luis Boitel. A la opinión pública internacional. Al exilio forzado de cubanos:

 

Hoy más que nunca es preciso honrar a Pedro Luis Boitel, promover su vida, su lucha y por encima de todo, su muerte. Dedicarle este año el premio Pedro Luis Boitel a la juventud cubana es un justo reconocimiento a todos aquellos que han aportado un granito de arena en la construcción de una sociedad justa, igualitaria y libre. Argumentos suficientes que hacen hoy tener a muchos jóvenes en las cárceles de la isla devenidos del sistema totalitario impuesto en Cuba hace ya medio siglo. Boitel fue víctima de estas penosas imposiciones. ¡Qué poder el de la palabra honrada! Por eso es preciso aprovechar esta oportunidad, la de la palabra del joven cubano, para exponer ante ustedes, y por ende, ante el mundo, nuestra triste y cruel realidad. ¿Quiénes la cuentan? Los protagonistas de esta historia, que día a día sufren los embates de la represión, por exigir a su gobierno un espacio para ejercer al menos las libertades individuales.

 

Señores invitados, hace poco, dos devastadores fenómenos naturales azotaron la isla, proporcionando al pueblo más calamidad, miseria y necesidades difíciles de resolver por el propio gobierno cubano. El mundo ha estado centrado en las cuestiones del desastre, las ayudas humanitarias, y la política manejada con respecto al asunto, tanto por parte de las autoridades cubanas, como de las personas que de buena voluntad, han querido colaborar con la pena del pueblo caribeño. Todavía suenan estos ecos. A la par de estos acontecimientos, dentro de la isla, activistas de derechos humanos son encarcelados, acosados, amenazados y peor aún, continúan presos por motivos políticos varias decenas de personas que luchan por establecer un estado democrático en su país. Tamaño crimen este.

 

Recientemente, un tribunal en Guantánamo, además de sancionar sumariamente a dos jóvenes sin abogados defensores, utilizó palos y cabillas para hacer valer la “justicia revolucionaria”, dígase comunista. ¡Qué justicia la del poder! En estos momentos, una mujer en Antilla, provincia de Holguín, también activista de derechos humanos y afectada por el huracán Ike, está siendo objeto de discriminación al negársele los recursos para la recuperación de su vivienda. Anoche, había sido citada por la policía política y las fuerzas paramilitares se prestaban a intervenir en la protesta pacífica iniciada por la perjudicada en lo que quedó de su vivienda.

 

Señores, estas palabras convertidas en súplicas, cronometradas por el tecnicismo perverso que constituye el tiempo, me impiden exponer mucho más. Lo que les narro habla por sí solo, por lo que no debe quedar encerrado en la ocasión ni en el escenario. Los gobiernos y organizaciones del mundo que aman los preceptos de la libertad y la justicia, no deben apartarse de la realidad cubana. Ni las conveniencias, ni la politiquería barata, pueden minimizar los deberes con las naciones democráticas y con la responsabilidad ante sus pueblos, de hecho, estos los escogieron por compromisos humanísticos  y civiles. Para los jóvenes cubanos no pueden quedar olvidadas jamás las tristes víctimas que han cobrado en la historia mundial los regímenes de fuerza.

Señores presentes, nosotros amamos la libertad porque vemos en ella la verdad. Y tenemos el total compromiso de rebelarnos ante las ordenanzas y absurdos que del poder totalitario emanan. Los jóvenes cubanos, inspirados en la memoria de Pedro Luis Boitel, jamás estaremos, como ningún pueblo del mundo debe estar, al lado de esos que por beneficios, complacencia o miedo, son sordos a las quejas del oprimido, ciegos a la brutalidad del poder, mudos a la voz de la justicia.

 

Ustedes podrán optar por la vía de los justos. Unos a divulgar la verdad, otros a depositar la esperanza de lo proscrito. Sean cual sean los objetivos, cada cual debe cumplir su compromiso de ser buenos y hacer lo justo. Esperemos que alguna vez podamos juntos, sin distinción política, tomarnos de las manos y cantar insólitas canciones.

 

Que Dios los Bendiga, muchas Gracias.

 

 

Rolando Rodríguez Lobaina

Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia

Coordinador de la Alianza Democrática Oriental

 

Enviar por E-mail | Versión para Imprimir

» English Version

Testimonio de familiares del prisionero de conciencia cubano Ariel Sigler Amaya 2da Parte

Mijail y Belkis Bárzaga Lugo

Joven Habanero Anónimo

Directorio Democrático Cubano
P.O. Box 110235
Hialeah, Florida 33011
Tel. 305-220-2713
info@directorio.org

En memoria de Mario Manuel de la Peña