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La revolución de los derechos
03/11/2008 | Movimiento Solidario Expresión Libre


Julio Romero Muñoz

Camagüey, Cuba

Movimiento Solidario Expresión Libre

Julio Romero Muñoz

 

Cuando la Cancillería de Cuba efectuó la suscripción de los dos pactos de derechos de Naciones Unidas el pasado mes de febrero, tal vez no presumió que tal acción pudiera convertirse en un indetenible boomerang.

 

Para ese entonces, porciones de la sociedad civil involucradas en la tarea de promover el respeto a los valores inherentes al hombre, por los métodos de la observancia y la renuncia, a instancias posibles prestaban atención a los acontecimientos novedosos. En primer lugar y aunque algo escéptico, se asumieron prematuramente las sospechas que algún cambio en línea de aperturas y otras justicias pudieran hacer la brecha para oportunidades indisolubles con cierta prevalencia para toda la sociedad cubana. Más pronto aún, el cuerpo represivo del gobierno cubano se activó en pro de echar por tierra cualquier ilusión referente. A pocas horas de la firma, activistas y opositores fueron golpeados en plena vía pública al distribuir ejemplares de la Declaración Universal y de los mismos pactos en la calle Neptuno del municipio Centro Habana de la capital cubana.

 

En un tiempo posterior, madres, esposas y hermanas de los conocidos presos de conciencia, agrupadas en la pacífica organización de protesta “Damas de Blanco” también fueron maltratadas por el solo hecho de intentar entregar un documento de petición al Consejo de Estado cubano. Sucesivamente, de allá y hasta la fecha hemos sido testigo de nuevos abusos y barbaridades de las cuales no escapa nadie.

 

Más de una decena de ciudadanos se declararon recientemente en una huelga de hambre en desacuerdo con acciones varias por parte de agentes del régimen que se extreman en las mismas y en condiciones de victimarios. De estos ciudadanos huelguistas, cuatro de ellos se resisten hasta hoy a deponer esa acción de protesta, los mismos recluidos en diferentes centros penitenciarios. Se encuentran en estado crítico y con peligro para sus vidas sin que las autoridades atiendan sus peticiones con debida presteza.

 

Familiares de las víctimas y miembros de diferentes organizaciones pacifistas de derechos humanos se enfrascamos en una semana de protesta como reacción ante las injusticias, incluyendo el violento allanamiento de la vivienda de la activista Idania Yanes Contreras en la zona central del país. La misma recibió maltratos, así como a su familia incluyendo su niño de ocho años de edad.

 

El pasado 13 de marzo el Movimiento Solidario Expresión Libre (MOSEL) con sede en la ciudad de Camagüey propuso como incitativa un Comité Ciudadano observador de lo establecido del Artículo V de la Declaración Universal de Derechos Humanos con el propósito firme e irrevocable de enfrentar los malos tratos y eliminar las impunidades, demandando justicia ante la dirección del país. Este comité ha fermentado la voluntad desde un extremo a otro del país, hecho que ha desatado una oleada de persuasiones, amenazas y nuevas coartadas por parte de la policía política a pesar de haber puesto en conocimiento de nuestros objetivos a medios informáticos alternativos y directamente a algunos miembros del cuerpo diplomático acreditado en Cuba, también a organizaciones no gubernamentales externas como Pax Christi Internacional, Centro para la Apertura y la Democracia en América Latina y al mismo Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

 

Se resaltan las iniciativas en este sentido común de muchos, tales como la entrega de un acta de intención por parte de ciudadanos el pasado 7 de agosto hacia la Asamblea Nacional del Poder Popular para que pongan en conocimiento del pueblo el contendido de los pactos firmados. Esta petición promulgada por el Partido Liberal Nacional Cubano hasta hoy no ha sido respondida. Esta acción se reiteró el 7 de septiembre en varias provincias a las Asambleas Provinciales del régimen sin obtener tampoco respuesta mientras se siguen violando los mismos pactos.

 

Actualmente se reorganizan partidos, movimientos y comités pro derechos humanos de la resistencia, algo que los guardias del régimen también intentan disuadir.

 

El Movimiento Presidio Político Pedro Luis Boitel, liderado por Jorge Luis García Pérez “Antúnez”, ha lanzando un llamamiento también en contra de l impunidad. La suma de todos estos está generando su propia revolución- la revolución de los derechos humanos a favor de un pueblo inquieto y un tanto desposeído de voz propia para exigir que la justicia sea una fuerza liberadora de cualquier ícono de opresión.

 

Confiamos que el resto del mundo y el propio gobierno cubano entiendan que el ánimo que nos ocupa tiene por principio y carácter lo que es intrínseco e inalienable de todo ser humano.

 

 

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