» Resistencia Cívica en Cuba

El legado que nos inspira
31/10/2012 | Rosa María Payá Acevedo


Editorial del segundo número de la revista Somos Liberación, realizada y editada dentro de Cuba por los miembros del Movimiento Cristiano Liberación.

Rosa María Payá Acevedo, hija de Oswaldo Payá Sardiñas y Ofelia Acevedo Maura. Movimiento Cristiano Liberación

Rosa María Payá Acevedo, hija de Oswaldo Payá Sardiñas y Ofelia Acevedo Maura. Movimiento Cristiano Liberación

No debería ser yo quien escribiese hoy este editorial, cada letra que tecleo me parece robada, descontada de algún calendario que no era el mío. Una fuerza terrible terminó con las vidas de quienes habrían hecho florecer esta publicación, y ahora se esmera en el intento de hacer desaparecer todo rastro de su acción.

 

 

El pasado 5 de octubre se celebró un juicio en la ciudad de Bayamo. Una vez más la ciudad amanecía tomada, no por las tropas del Conde Valmaseda como en aquel enero de 1869, sino por la policía y los cuerpos de la Seguridad del Estado del Gobierno Cubano. Esta vez no hubo llamas ni cenizas, aunque gran parte de la ciudad parece estar en ruinas a pesar del colorete con que se embarraron apresuradamente los muros de las calles circundantes al Tribunal Provincial. Tampoco hubo quienes prefirieran quemar su hogar a verlo rendido a los pies del déspota. Pues éste, también conoce la historia y se encargó de encarcelar o inmovilizar por la fuerza a todos los que presumiblemente se atreviesen a resistirse.

 

 

El juicio, llamado público, contra Ángel Carromero, muchacho que conducía el auto en el que quizás murió mi padre, transcurrió en el interior de una pequeña sala rodeada de barreras policiales, metálicas y humanas, que impedían el paso incluso a los vecinos del lugar. La poca prensa que pudo asistir siguió el proceso en una pantalla en una sala aledaña, sin cámaras, ni grabadoras o celulares. A mis dos hermanos y a mí la Seguridad del Estado nos detuvo a 100 metros de las puertas del tribunal. Un hombre, que no se atrevió ni a darnos su nombre, explicó con cinismo que no podíamos pasar porque no habíamos informado antes que vendríamos. La Ley de Procedimiento Penal cubana es una trampa mediocre, pero en ningún lugar dice que los familiares de las víctimas deban anunciar con antelación su presencia en el juzgado. Estuvimos casi todo el día parados frente a la barrera de uniformados, rodeados de agentes, intentando presenciar un juicio en el que no creemos.

 

 

No esperamos nada de un proceso llevado a cabo por los mismos que tantas veces amenazaron de muerte a mi padre. Todo lo que queríamos era ver a Ángel. Legalmente teníamos derecho a entrar en esa sala, pero las autoridades cubanas están acostumbradas a pisar los derechos de los ciudadanos, y eso hizo con los nuestros. Su comportamiento no hizo más que aumentar las sospechas, que el mundo ya tenía, sobre el carácter accidental de las muertes de mi padre y de Harold. Quien nada debe, nada teme, reza un popular proverbio y al parecer son muy grandes los temores de las autoridades en Cuba, qué otra cosa sino justifica tanto hermetismo. ¿Qué esconden con tal desesperación que se olvidan de guardar las formas, inclusive ante la comunidad internacional?

 

 

Los últimos tiempos están especialmente marcados por un aumento de la represión contra todo el movimiento democrático cubano. Mi impresión es que cada acción llevada a cabo en contra de la libertad despierta la indignación de más personas y convencen a otras de exigir sus derechos. Esos derechos son los que ya no queremos y no podemos seguir viviendo.

 

 

Esta publicación es un medio más a disposición de todos los cubanos que comparten el ideal de la Liberación, que son muchos, porque también aquellos que nos persiguen quieren ser felices y vivir con dignidad.

 

 

El consejo de redacción se encarga en lo adelante de la dirección ejecutiva de cada número. Se acordó mantener, como homenaje a sus personas y recordatorio del legado que nos inspira, los nombres de Oswaldo Payá y Harold Cepero en sus cargos de manera honoraria.

 

 

Somos Liberación aparece hoy ante ti por segunda vez, ahora sin las acertadas revisiones de su director y su principal redactor. La encarnación del mal mostró su lado más soberbio e intolerante para borrar de este mundo a quien la soñó primero. Pero el mal no puede hacer nada bien, y nuestra revista, que nació para ser tu revista, aprende huérfana a dar sus primeros pasos, mas camina. Su orfandad es sólo material, pues sus párrafos están cargados del espíritu de sus fundadores y en ella se canta a la libertad, como quiere mi padre.

 

En este enlace puede obtener la revista en su totalidad.

http://www.oswaldopaya.org/es/2012/10/25/revista-somos-liberacion-numero-2/

 

 

 

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About the author


Rosa María Payá Acevedo
Hija del líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) Oswaldo Payá Sardiñas, asesinado el 22 de julio del 2012. Es miembro del MCL.

 

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