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SOS desde Cuba: Agresiones contra defensores de derechos humanos. Dos activistas desaparecidos
05/02/2010 | Directorio Democrático Cubano


Activistas detenidos en la sede de Operaciones de la Seguridad del Estado en Camaguey el dia 3 de febrero.

Activistas detenidos en la sede de Operaciones de la Seguridad del Estado en Camaguey el dia 3 de febrero.

Actualizado 8 de febrero de 2010: Rolando Rodríguez Lobaina y Virgilio Mantilla Arango fueron excarcelados en la noche del domingo, 7 de febrero de 2010. Sufrieron golpes a manos de fuerzas represivas del régimen castrista y permanecerion detenidos en Camagüey hasta la noche de ayer.

 

Miami. 5 de febrero de 2010. Directorio Democrático Cubano. El Directorio Democrático Cubano lanza un llamado de urgencia a las entidades de derechos humanos internacionales y a los gobiernos del mundo por los actos de agresión física y las desapariciones de defensores de derechos humanos en Cuba, tras una marcha pacífica realizada en la Ciudad de Camagüey, región centro oriental de Cuba. Los defensores Rolando Rodríguez Lobaina y Virgilio Mantilla Arango, permanecen desaparecidos, y sus familiares y amigos desconocen su paradero. Los agentes de la policía política se han negado a revelar el lugar donde se encuentran detenidos, o adonde han sido trasladados. Rodríguez Lobaina fue visto la última vez a las 6 de la tarde de este 3 de febrero de 2010 en el centro de Operaciones de la Seguridad del Estado en la ciudad de Camagüey. Mantilla Arango fue arrestado en la vía pública a las 10 de la mañana del día 4 de febrero de 2010.

 

A continuación los testimonios de algunas de las víctimas de la golpiza brutal perpetrada por agentes de la policía política y funcionarios del Partido Comunista de Cuba en la ciudad de Camagüey cerca de las 5 de la tarde de este día 3 de febrero de 2010.

 

GOLPIZAS Y ATROPELLOS EN CAMAGÜEY EL DIA 2/3/2010

Declaraciones recibidas por el Directorio Democrático Cubano el 5 de febrero de 2010 por vía telefónica.

 

Julio Romero Muñoz, defensor de los derechos humanos.

"Soy Julio Romero Muñoz desde Camagüey, activista pacífico por los derechos humanos. Acuso y notifico que el día 3 de febrero fuimos golpeados varios activistas en presencia del primer secretario de la provincia Julio César García Rodríguez, quien primero se abalanzó de un carro ofendiendo, humillando, provocando directamente a los opositores que allí estábamos. Juntamente con él, empezaron a llegar efectivos de la policía política que se conocen porque han estado presentes en otros operativos.

En el caso mío, el mismo mayor de la policía política Julio César Bombino González me aplicó una llave neutralizadora, y estando llaveado con las dos manos a la espalda, vino un agente de la policía política cuyo nombre no conozco, y me aplicó un golpe al estilo de Karate en la parte izquierda del cráneo donde tengo una operación.

 

El pueblo camagüeyano no nos agredió en ningún momento, fue la policía, los cuerpos represivos vestidos de civil con el representante del jefe del gobierno de Camagüey delante de ellos."

 

 

Luis Felipe Rojas Rosabal, periodista independiente.

"En la tarde de hoy hemos sabido por Miguel Martorell Quiñones, padre de Maiky Martorell Mayans, que se presentó en las oficinas de la Seguridad del Estado en la ciudad de Las Tunas y le han dicho que Martorell Mayans se encuentra instruido de cargos por desorden público por la protesta cívica ocurrida en Camagüey. Tememos que estén tomando represalias porque la ciudad de Las Tunas fue la sede donde sesionó la tercera junta directiva de la Alianza Democrática Oriental. Por eso estamos alertando por cualquier cosa que pueda pasar con Maiky.

 

Y también queremos decir que se encuentra desaparecido Rolando Rodríguez Lobaina.  Hemos preguntado en la oficina de la Seguridad del Estado y operaciones en Guantánamo, sin obtener respuesta. Rolando fue detenido el 3 de febrero del presente despues de la marcha realizada en la ciudad de Camaguey en favor de Orlando Zapata Tamayo".

 

Cristian Toranzo Fundichelly, defensor de los derechos humanos.

"Mi nombre es Cristian Toranzo Fundichelly soy miembro del Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia y de la Alianza Democrática  Oriental del municipio de Antilla, provincia de Holguín.

 

El pasado 3 de febrero luego de hacer la marcha fuimos reprimidos por un grupo de alrededor de cien personas, casi todos dirigentes de empresas, el mismo presidente del partido, oficiales del MININT uniformados y no uniformados, del DTI y de la Seguridad del Estado.

 

Nos golpearon, a mi personalmente me dieron un golpe en el hombro, un golpe en la nuca. Estábamos encadenados y yo me encontraba entre Carmelo, de Santiago y Yoandris Montoya Avilés de Bayamo. Me halaron fuertemente para tratar de romper la cadena, me arrancaron y robaron la mochila,  la gorra y el cargador. Me esposaron fuertemente y en medio de eso me dieron un fuerte empujón y fuerte golpe atrás en la nuca, ahí por la cervical, en la parte izquierda de la costilla y me empujaron contra una cerca de cabillas, me pinché la espalda.

 

Luego un oficial de patrullas de la PNR me cogió por el cuello y me apretó fuertemente y me introdujo en el carro con la intención de que me diera en la cabeza con el techo del carro pero yo esquivé el golpe y caí encima de los otros hermanos detenidos allá dentro.

 

Me duele fuertemente la espalda, el cuello, tengo fuerte dolores de cabeza producto de la golpiza y toda la confusión. Todos y cada uno de nosotros fuimos golpeados. A la única persona que esposaron y me apretaron bien las esposas fue a mí.

 

Esposado fue que me golpearon y me empujaron contra la cerca, luego el otro policía me coge por el cuello con el ansia de darme un golpe fuerte, otro guardia que estaba parado con dos bastones para dar golpes, a mi no me dio, pero si a Gabriel Díaz Sánchez, le dio un bastonazo en una pierna."

 

Mildred Noemí Sánchez Infante, defensora de los derechos humanos

"Mi nombre es Mildred Noemí Sánchez Infante soy miembro del Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia y de la Alianza Democrática Oriental del municipio de Antilla, provincia de Holguín.

 

Quiero dar testimonio de cuando estábamos en la marcha, los órganos represivos del régimen, la policía, el presidente del Partido Comunista, la Seguridad del Estado cuando nos encontrábamos en la calle de la ciudad de Camaguey, fuimos agredidos física y verbalmente por esta protesta.

 

En mi caso me dieron muchos golpes por la espalda, fueron hombres militares y vestidos de civil pero que por su forma deben ser de la Seguridad del Estado. Me golpearon mucho por los brazos, la cabeza, el cuello. Tengo fuertes dolores en el esternón y tengo muchos hematomas en los brazos. Cuando esto estaba sucediendo vino un carro patrullero a abalanzarse sobre mí y tuve que actuar rápidamente para impedir que el carro me atropellara. La calle estaba llena de las turbas represivas que el régimen prepara.

 

A mi me dieron un fuerte golpe en la cabeza en el momento que yo gritaba “Asesinos” ya que se encontraba Julio Romero en el piso, inconciente, y lo estaban agrediendo, entonces me taparon la boca. Luego un hombre me viro el cuello y me tomo fuertemente por los brazos, usaron técnicas militares para vencernos.

 

Tengo todos los brazos adoloridos, el cuello, la espalda, la cabeza principalmente. Fui golpeada por la espalda y me empujaron fuertemente, me empujaron adentro de un carro donde ya no cabían más y al ver que no cabía, me sacaron bruscamente y fueron golpeándome por toda la calle.  En ese momento vino el hermano Raudel y fue a protegerme de los golpes y entonces el también fue agredido.

 

Prácticamente puedo decir que intentaron contra mi vida, quisieron asesinarme ese día porque los golpes fueron para matarme y los golpes fueron en lugares donde podían matarnos, en la cabeza, recibi un fuerte golpe en la sien donde casi perdí el conocimiento.

 

La mayoría de los agresores eran hombres, habían pocas mujeres agresoras, pero las mujeres que protestábamos fuimos agredidas por hombres. Eran policías lo mismo vestidos de civil que uniformados y con bastones en las manos."

 

Yoandri Montoya Avilés, defensor de derechos humanos.

 "Les habla Yoandri Montoya Aviles del Movimiento Jóvenes de Bayamo, en mi caso arremetieron contra mi y me dieron duros golpes por la espalda, por la cabeza y por los brazos. Me tiraron en el piso y me amarraron y ahí me dieron patadas en todo el cuerpo, tengo hematomas fortísimos, tuve que ir al hospital porque estoy fuertemente golpeado.

 

De ahí nos condujeron a la unidad de policia y nos introdujeron como seis o siete personas en un solo carro patrullero. Cuando llegamos y me sacaron otro policía arremetió de nuevo contra mí y me dio un golpe fuerte en la cabeza, me dieron con una tonfa en la cabeza. Estuvimos encerrados doce personas en un calabozo que solo es para dos, apretados llenos de orine, con tremendo mal olor."

 

Caridad Caballero Batista, periodista independiente.

"El día 3 de febrero cundo estábamos haciendo la marcha por la libración e Orlando Zapata Tamayo se acercaron los representantes del régimen, la Seguridad del Estado, los paramilitares y la policía a agredirnos. Nos agredieron verbalmente primero y después arremetieron a golpes contra nosotros.

 

En el caso mío me halaron y arrastraron y el tal Bombino, oficial de la Seguridad del Estado, me pidió el carnet  y yo no se lo di. Una mujer militar me gritaba Viva Fidel y lo le respondía 'Abajo Fidel' y ella me lanzó un piñazo en la boca, me rompió los labios. El oficial Bombino me empujó adentro del carro y me da un piñazo por el costado, por las costillas del lado izquierdo. Cuando cerraron el carro que estábamos unos encima de los otros  yo comencé a asfixiarme.

 

Me dieron golpes por la cabeza, por atrás y por las piernas, me halaron el cabello. A mi me golpearon hombres y mujeres y a las otras  mujeres igual."

 

Gabriel Díaz Sánchez, presidente Jóvenes de Bayamo.

 

"El día 3 de febrero, cuando nosotros estábamos en una marcha pacífica exigiendo por la recuperación de los derechos que exige nuestro hermano prisionero político cubano Orlando Zapata Tamayo, luego de haber hecho la marcha, ya al final, fuimos brutalmente golpeados, por agentes de la Seguridad del Estado con ropa de civil y por brigadas de respuesta rápida paramilitares con las que cuenta el régimen.

Yo personalmente recibí muchos golpes. Recibí dos tonfasos en la pierna derecha en la parte del muslo, un golpe un poco arriba del pómulo derecho, tengo 6 chichones (golpes pronunciados) en la cabeza, gracias a que pude evitar un tonfaso que se dirigía hacia mi nariz, hacia mi tabique, con mi mano derecha. Los hermanos presenciaron el desmonte del hueso de la mano derecha, de la parte de abajo y los chichones en la cabeza, golpes en la espalda, en el cuello porque arremetieron contra nosotros los jóvenes que estábamos allí en esa marcha pacífica exigiendo nuestro derecho.

Yo soy instructor en deporte de contacto, realmente conozco la manera tecnica de golpear a otra persona, pero como soy defensor de los derechos humanos, hace ya varios años que no he vuelto entrenar o entrar en ningún tipo de arte marcial, pero la boca la tengo por dentro toda partida, con moretones adentro y entonces en la cara no hay una gran hinchazón, es decir que para uno dar este tipo de golpes, tienen que ser personas que realmente dominen un tipo de arte marcial. Tanto puede ser como Tae Kwan Do, Karate o distintas artes marciales, porque una persona de la calle sin entrenamiento en artes marciales, cuando te da, lo primero que te hace es que te rompe la cara y tiran golpes a ciegas, pero realmente para que no se viera y para que a la hora de uno denunciar ante el mundo este atropello que se ha cometido contra mi persona, siendo víctima de esta brutal golpiza, no se puedan demostrar visiblemente los golpes. Hoy las consecuencias son que realmente me siento con fuertes dolores en todo el cuerpo."

 

Belkis Bárbara Portal Prado, Unidad Camagüeyana por los Derechos Humanos.

 

“El 3 de febrero a mí me golpeó por la boca y por la cabeza Julio César Bombino. Soy epilépitica y padezco de migraña y los dolores de cabeza no se me quitan. Tengo chichones (golpes pronunciados) en las partes laterales y en la parte de atrás de la cabeza. Por dentro de la boca tengo tres partiduras y tengo inflamado el lado izquierdo. Tengo un hematoma en el lado izquierdo de la espalda en la parte de la costilla.

 

Hoy 5 de febrero, en la mañana me dirigí hasta la provincia de Camagüey para averiguar sobre el paradero de Virgilio Mantilla Arango quién está desaparecido desde que fue detenido en la mañana de ayer. Me detuvieron en el punto de control de la entrada de la ciudad de Camagüey, aproximadamente a las 8:45AM. Allí me sentaron dentro del punto custodiada por tres agentes de la policía hasta que llegaron Rubén y otro oficial de la Seguridad del Estado de Camagüey y Rubén me preguntó qué yo había ido a hacer a Camagüey. Le dije que iba a interesarme por Virgilio Mantilla Arango porque no sabíamos de él y que ellos se lo habían llevado.

 

Me dijo que yo no tenía nada que hacer allí, que no podía ir ni a casa de Julio Romero, ni entrar a Camagüey. Yo le pregunté porqué, incluso le dije que me estaba violando mi derecho de libre circulación. Me dijo que él no conocía ningún tipo de derecho de lo que yo estaba hablando que él me estaba violando, que los que habíamos violado los derechos habíamos sido nosotros porque habíamos ido allí a formar una alteración de orden público y que el pueblo había sido quien nos había golpeado. Yo le dije que era mentira porque incluso nosotros reconocimos a los oficiales de la seguridad del estado. Le puedo decir precisamente que Julio César Bombino fue quién me golpeó por la boca, me golpeó por la cabeza. Me dijo que esas eran mentiras mías, que el pueblo había sido quién nos había golpeado y que ellos habían llegado a salvarnos, pero que no obstante a eso, lo habían hecho. Me dijo “Lo hicimos y si tenemos que volverlo a hacer cada vez que hagan cualquier acto, lo vamos a seguir haciendo. Esto es lo que van a recibir cada vez que hagan cualquier acto, una golpiza.” El mismo se dice y se contradice. Luego me dijo que que no tenía más nada que hablar conmigo. Sencillamente, no podía entrar en Camagüey ni nos iban a dar cualquier tipo de información sobre Virgilio. Luego el oficial Rogelio me trajo hasta Florida y me dijo que si volvía a Camagüey, que me atuviera a las consecuencias. Yo responsabilizo totalmente al gobierno cubano de lo que me pueda suceder a mí y a los demás de nuestros hermanos en cualquier momento.”

 

            

Raudel Ávila Losada, defensor de los derechos humanos.

 

“Estando en Camaguey apoyando la situación de nuestro hermano Zapata y su anciana madre fuimos victimas de una terrible agresión el día 3 de febrero en esa ciudad. En lo personal recibí golpes por todos los lados tratando de evitar que le dieran golpes a las mujeres que se  encontraban con nosotros, uno de los golpes más fuertes que recibí fue por la espalda en la nuca, el cual me atolondró, y en unos minutos no veía casi nada. Cuando volví en mi, me di cuenta que me encontraba ante la vista de unas personas que me decían que no me fuera para allá y que me quedará allí para que  no me dieran más, y que los represores no se habían dado cuenta que yo estaba allí, y entonces me separo de ellos y me voy para donde están los demás y en eso vi que le estaban dando golpes a Caridad Caballero Batista, de nuevo me meto en el medio y de nuevo recibo otros golpes por  las costillas, por la espalda. En ese momento no sentía la cantidad de golpes, ahora es que estoy sintiendo los golpes, todo lo ocurrido allí fue muy dramático y doloroso.”

 

José Antonio Triguero Mulet, defensor de los derechos humanos.

 

“Después del lugar donde nos concentramos para hacer el reclamo por el hermano Orlando Zapara Tamayo, fuimos alcanzados por las turbas no del pueblo,  sino de  los agentes de la Seguridad del Estado vestidos de civil. Tanto funcionarios del estado como el primer secretario del Partido Comunista Julio César García Rodríguez y otros funcionarios del gobierno por los que fuimos atacados todos los que íbamos en la manifestación. Yo particularmente recibí golpes en la cervical, un solo golpe me dieron, pero si forcejeamos mucho cuando Rolando Rodríguez Lobaina y yo cruzamos los brazos y fuimos a buscar a las mujeres que estaban siendo golpeadas. Un solo golpe me dieron y fue detrás en la cabeza e inmediatamente nos metieron en un carro que pasaba por allí a 6 personas y nos llevaron hasta la sede de la Seguridad del Estado Provincial.”

 

Idalmis Nuñez Reinoso, defensora de los derechos humanos.

 

“El día 3 de febrero en ciudad de Camaguey fuimos agredidos por turbas paramilitares y militares. A mi en lo particular me halaron el  pelo, me dieron un golpe en la boca, me tiraron al piso para darme golpes y yo alcé el brazo para defenderme y en ese momento me dieron un golpe en el dedo meñique del brazo derecho, me lo viraron hacia atrás, lo tengo fracturado. Tengo un golpe en la tercera costilla y tengo inflamado el lugar, también detrás debajo de la cervical todo lo tengo inflamado de un golpe. También me empujaron, incluso me escupieron.”

 

[…] La llamada fue interrumpida y logramos restablecer contacto con Idalmis.

 

“Nos iban arrastrando por los pelos para montarnos en los carros y una señora que le pegó a Caridad decía que “Viva Fidel” y nosotras decíamos que “Abajo Fidel”, y entonces nos dieron en la boca tengo la tercera costilla del lado izquierdo inflamada, tengo la boca partida, tengo partido el labio superior del lado izquierdo por dentro.”

 

 

Marta Díaz Rondón, defensora de los derechos humanos.

 

“Cuando nos cayó a golpes la turba de la Seguridad del Estado y de las respuestas de las brigadas de respuesta rápida el oficial Julio César Bombino me sacó a rastras, me dio golpes por la cara, por la espalda, tengo la espalda llena de arañazos. Tengo golpes por la parte de la boca,. Nos encadenamos y nos arrastraron, nos tiraron. Los hombres, agentes de la policía política, nos dieron golpes también. Ahora es que estoy sintiendo los golpes que tengo en los brazos, por la cara, me halaron el pelo. Nos tiraron contra un carro que nos tuvimos que quitar pronto porque luego chocó contra una patrulla motorizada de tránsito y de allí nos tiraron para el carro como si fuéramos un saco de papa. Yo tuve mucho sangramiento vaginal ya que recientemente fui operada y puedo decir que tengo golpes por donde quiera. Uno de los que más golpes me dio fue Julio César Bombino, también nos ofendían con palabras obscenas muy fuertes y nos mentaban la madre. Tengo mucho dolor en la cervical de tantos golpes y jalones de pelo que me  dieron.”

 

 

Gertrudis Ojeda Suárez, defensora de los derechos humanos.

 

“Nos golpearon fuertemente. A mi me dieron por la cabeza, por la espalda. Una mujer que parecía un hombre me dio un golpe muy fuerte en el estómago, me cogían por el pelo y me arrastraban para ver si me podían desprender de Marta. Me arrancaron los aretes de las orejas. Un hombre me dio un golpe por la cabeza, me arrancó una pañoleta que llevaba, me rompieron el adorno del pelo. Me duele todo el cuerpo, las manos, la parte de debajo de los senos me duele, me golpearon por la espalda contra un carro. Nos tiraron un carro encima. Nos voceaban cosas horribles, de las que siento pena repetir, los hombres que me golpeaban me decían prostituta y me mencionaban mi madre. El tal Bombino fue muy cruel conmigo, me empujaba y para sacarme del carro me arrastró, se portó peor que un animal. La mujer que me llevaba de la mano me decía ‘camina, camina so puerca que te voy a meter’ y me dio un golpe por el estómago”.

 

 

Juan Carmelo Bermúdez Rosales, defensor de los derechos humanos.

 

“Lo que me cayó encima fueron los miembros de la Seguridad del Estado desde la  provincia de Camaguey.  Venían los primeros funcionarios del Partido Comunista de la provincia de Camaguey. Arremetieron contra nosotros a golpes. A mi me dieron en el pecho, me revolcaron y me dieron en el pecho. Todos los golpes los tengo en el pecho, desafiándome, me escupieron. Tengo el oído reventado de  los golpes que me dieron y estoy supurando del mismo. Me dieron en la cabeza, el primer secretario del Partido Comunista me tiró un golpe. Todos los golpes que tengo los tengo  en  el pecho, el patrullero me dio dos puñetazos para meterme para el carro de la patrulla. Verdaderamente tengo bastante dolor en el cuerpo, me duele el oído. En la unidad de la  policía no me quisieron atender, nos montaron en la guagua por la mañana y nos deportaron, pero lo peor que tengo es el dolor en el pecho y en el oído. Ellos se excedieron en los golpes con todos nosotros.”                    

 

Yordis García Fournier, defensor de los derechos humanos

 

“Nosotros nos encontrábamos acordonados amarrados codo a codo, encadenados. Ellos (los agentes de la policía política) comenzaron a gritarnos y a ofendernos eran ofensas callejeras muy chusmas. Comenzaron a separarnos de ese encadenamiento que teníamos, a mí me zafaron, yo estaba al lado de Rolando Rodríguez Lobaina. Me revolcaron todo por el piso, me golpearon por la cabeza, los golpes que me dieron siempre fueron por la espalda, nunca tuvieron ni siquiera el valor y la dignidad de golpear por delante. Me golpearon muy duro por la cabeza, en una ocasión me golpearon por la espalda y intentaba evitar que golpearan a las mujeres y resulta que el que salió golpeado fui yo,  me golpearon por la parte del riñón derecho, no se  con que me dieron pero eran golpes técnicos bien dirigidos en zonas por lo que sacamos las conclusiones que eran personas entrenadas para esto. No eran gente de pueblo sino de la Seguridad del Estado y militares entrenados. Todos los golpes fueron por detrás y a la cabeza y por las costillas excepto por un fuerte golpe que me dieron en el rostro en el triangulo facial que me dieron tan duro que me aturdieron en ese momento. Antes de montarnos a un carro patrullero nos arrastraron por el piso y nos empujaron bastante. Nosotros todo el tiempo tratamos de proteger a las mujeres y por eso recibimos más golpes.”

 

 

Isael Poveda Silva, defensor de los derechos humanos.

 

“El miércoles día 3 de febrero nosotros fuimos victimas de una agresión por parte de la Seguridad del Estado, donde un grupo un numeroso grupo que pasaban de cien casi nos matan a golpes. A mi me cogieron por los dos brazos, me arrancaron la mochila de la espalda, arrancaron, las dos asas a la mochila. Me dieron un puñetazo en la cabeza, que por fracciones de minutos estuve sin sentido. Uno me cogió por los dos brazos a la espalda y me llevó hasta un carro donde me iban a montar y en lugar de empujarme de frente al carro hizo como un giro, como si fuera a entrar  el para entonces alarme y empujarme contra  el carro. Cosa que advertí de lejos, me percaté que él quería estrellarme contra el carro para que me partiera la cara, la cabeza todo y pude esquivar el golpe porque le entré por la cadera. Choqué contra el carro de cadera y logré bajar la cabeza y como esto le salio mal comenzó a patearme dentro del carro. Como yo estaba acostado encima de un par de hermanos que estaban allí ya detenidos y golpeados también, yo que estaba encima de los hermanos también les tiro como dos o tres patadas, le pongo el pie para que  los golpes no me den y uno dio la vuelta por la parte de atrás y por  el cristal de la ventanilla que estaba abierto me dio un puñetazo que ese me dejó aturdido, me dio por la oreja y aún me siento el golpe ese.”

 

 

Niover García Fournier, defensor de los derechos humanos.

 

“Puedo decirles que yo soy uno de los que mejor salí, estos militares de tamaño grande y corpulentos comandados por el primer secretario del Partido Comunista de Camaguey me propinaron dos patadas por la espalda mientras dos me aguantaban por delante. Uno que nunca pude ver me dio dos patadas por la espalda todavía hoy siento dolor.”

 

Mayki Martorell Mayáns, defensor de los derechos humanos.

 

“En el momento en que empezaron a dar la golpiza la Seguridad del Estado en conjunto con las Brigada de Respuesta Rápida a mi me dieron un golpe en la cabeza, cayendo al piso casi sin conocimiento. Estaba acalambrado, luego de caer al piso me dieron patadas por las costillas. En ese momento un oficial  de la Seguridad del Estado me coge y me para con los brazos cruzados hacia atrás y me pone de frente a esas personas y me vuelven a agredir o sea el oficial de la Seguridad del Estado me aguanta y los demás me golpeaban duro en la cabeza. Cuando me pude soltar me traté de cubrir la cara para que no me dieran en la parte del rostro, pero me golpearon duro. Cuando me llevaban esposado volvió a ocurrir lo mismo, el oficial de la Seguridad del Estado me aguantó y volvieron a darme en la cabeza. Me volvieron a tirar al piso y volvieron a patearme. Yo rápidamente me paré y fue cuando me cogen entre dos o tres oficiales y me introducen en el carro patrulla y se dirigieron hasta la unidad y ya no me golpearon más.”

 

Francisco Luis Manzanet Ortiz, defensor de los derechos humanos

 

“Cuando fui a salir en defensa de una hermana de lucha que estaba siendo golpeada, me golpearon por la cabeza y quedé un poco aturdido. Un señor de la raza negra me golpeó fuertemente en al nariz. Ahí perdí el control de mi cuerpo aunque no llegué a caer al suelo, fue un golpe contundente porque sangré abundantemente. Entonces me condujeron para la Patrulla donde el hermano Yordis García Fournier alcanzó a darme una toallita que tenía de secarse el sudor para que me limpiara la sangre. En la patrulla donde cabían dos personas montaron cuatro, me tiraron de cabeza para dentro de la patrulla y caí encima de los hermanos y fuimos conducidos hasta una unidad policial. Fuimos a dar a una celda. En el día de ayer me fui a un máxilofacial para que me revisara el problema de la nariz ya que me duele mucho todavía, me dijo que lo que tengo es una pequeña fisura que me pusiera fomentos fríos con algo que no pese y es lo que estoy haciendo hasta ahora.”

 

 

Carlos Manuel Hernández Reyes, defensor de los derechos humanos.

 

“Recibí varias golpizas en la marcha que ya todos conocemos por bandas paramilitares y agentes de la policía política de la provincia de Camaguey. Empezando por el Primer Secretario del Partido Comunista, cuando se abalanza la turba, veo cómo le están dando una golpiza al hermano Julio Romero de la provincia de Camaguey. Cuando veo aquello me le suelto a los que me tenían aguantado por los brazos y me tiro en el piso en el contén de la calle para tratar de que no mataran a ese hermano que ya estaba sin conocimiento en el piso. Le pude ver un golpe en la parte de la sien. Cuando me abalanzo que lo estoy protegiendo con mi cuerpo, varios agentes represivos me golpearon por la espalda. Aún tengo dolor en el hombro, luego me pararon en peso de arriba de Julio y me torcieron los brazos por lo cual me siento con tremenda molestia en las muñecas. Acto seguido me cogieron  a la fuerza y cuando me estaban introduciendo en un auto marca Lada de fabricación soviética, me dieron contra la puerta del carro, me introdujeron de forma violenta dentro del auto donde habíamos tres o cuatro activistas, entre ellos una mujer. Allí nos estrujaron a todos, al llegar a la unidad nos sacaron de forma violenta, nos empujaron contra la pared y nos realizaron un cacheo junto con esta muchacha que no tuvieron en cuenta que era una fémina. Después nos metieron a 10 dentro de una celda, allí amanecimos prácticamente de pie como los elefantes porque no cabíamos, éramos un calabozo de dos metros donde habían dos camas y habíamos 10 activistas: siete (7) de la región oriental y tres (3) de Camaguey.”

     

 

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