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Carta Abierta al periódico Granma del prisionero de conciencia cubano Juan Carlos Herrera Acosta
03/03/2010 | Juan Carlos Herrera Acosta


3 de marzo de 2010

Prisión Provincial de Holguín, Cuba.

 

Una vez más queda demostrado el grado de sumisión, postura lacayuna y su política desinformativa  al puro estilo de Josef Goebells, aquel siniestro ministro de propaganda nazi al servicio de Adolfo Hitler, maestro de la manipulación y desinformación. Una y tantas veces más los esclavos informadores de este panfleto muestran su baja catadura moral -por así decir que no existe moral alguna- con profundo dolor he podido palpar cuanto desprecio le han inoculado en sus venas contra todo el que disiente pacíficamente y lo lanzan diatriba, palabras y frases soez y toda una burda logorrhea ordenada claramente desde los laboratorios de Villa Marista, cuartel General de la policía política represiva quien les ordena lo que pueden escribir o no, son solo marionetas dóciles de una tiranía.

 

En su panfleto el pasado 27 de febrero, el “periodista” Enrique Ubieta Gómez desata toda una obra teatral farisaica en cuanto al tema del claro asesinato de estado ordenado por el régimen cubano contra el prisionero de conciencia Orlando Zapato Tamayo bajo el título “¿Para quién la muerte es útil?” Este seudo periodista se lanzó a un abismo de mentiras groseras. Según este ilustre señor Zapata no es un preso político y según sus amos,  en Cuba no hay presos políticos, que no se tortura, ya veo que la ceguera marxista leninista no le permite conocer que es usted un instrumento más en los fines maquiavélicos de la cúpula faraónica estalinista que nos desgobierna. Me apresuro a contestarle que la muerte del prisionero es útil solamente al esclavo pueblo cubano, por él ofrendó su vida y los que mandan y disponen se la arrancaron lentamente, pero muy premeditado todo. ¿Ha vivido usted un solo día preso en uno de los campos de exterminio cubano? Veo que no. ¿Quién y como se puede asegurar que o se tortura, ya que ninguna personalidad encargada de velar en el mundo por los derechos humanos les es permitido penetrar el oscuro y siniestro mundo del sistema carcelario de la Isla. La Cruz Roja Internacional no posee acceso a los neo campos nazicastristas, ¿Desconoce usted que en Cuba dentro de estos horribles locales los prisionero son asesinados impunemente a manos de bestias vestidas de verde olivo? Son golpeados con tubos, cabillas, bates de béisbol, tonfas, el uso de artefactos eléctricos para propinarle fuertes descargas contra una diezmada y por cierto abultada población penal. ¿Qué institución gubernamental protege a los reclusos frente a estos fascistoides tratos? Esto existe en esa humana y paradisíaca Isla que se dibuja en su artículo.

 

Orlando Zapata Tamayo es y será una eterna víctima del martirologio carcelario de los Castro, golpeado peor que las bestias salvajes. Una de las tantas embestidas lo llevó a un salón de operaciones y tuvo que se intervenido quirúrgicamente.

 

Señor Ubieta Gómez: en su Cuba todo prisionero que se declare en huelga de hambre  sufre un vía crucis. Lo despojan de su ropa, lo confinan en una mazmorra oscura a merced de las inclemencias del tiempo rodeados de plaga de roedores, ratones, cucarachas, mosquitos y toda una fauna dantesca. No le brindan agua por extensos periodos de tiempo para intentar arrodillarlos y que desistan de su postura y es donde se unen el binomio tortura física y psicológica.

 

Zapata solicitaba se le proveyeran las mismas condiciones que Fulgencio Batista le brindó a Fidel Castro quien fumaba buenos tabacos H Upman 4, comió espaguetis con calamares, bombones italianos, colaba café y su celda rodeada de total higiene con radio y lo llamativo del caso es que quiso derrocar a Batista asaltando un cuartel. Razón tiene usted al decir en su escrito que el empaño de Zapata era un absurdo de imposibles solicitudes. Con Castro en el poder, solo existe el puño de hierro. En la acción armada de Fidel Castro hubo decenas de muertos. Hasta cierto punto, Zapata solo pidió para todos lo que Batista ofreció, ya que pedir las condiciones que poseen los cinco espías cubanos encarcelados en Estados Unidos, ahí sí sería algo sacrílego: computadoras, uso de teléfonos libremente, alimentación balanceada y adecuada, microondas para la cocción de los alimentos- o sea, todo lo que recoge la Tercera Convención de Ginebra para el Trato de los Prisioneros y las 95 Reglas Mínimas de la ONU para tales casos.

 

Resulta vergonzoso que no aclara el porqué de las excesivas condenas que le agregaron a Zapata, según usted por su conducta agresiva. Nunca agredió a nadie, jamás lesionó a nadie. Solo reclamó sus derechos, entonó consignas antigubernamentales contra el régimen y los dirigentes que usted le lame las botas y que él nunca lo haría. Un prisionero de conciencia de valor, un negro, albañil, humilde, pero el color de su piel marcó el desenfrenado trato cruel, inhumano y degradante que lo conllevó a inmolarse tanto por sus ideas y principios y para que el mundo sepa que en la Cuba castrista no existe ni la justicia ni la piedad. Orlando Zapata Tamayo es un héroe mártir, martiano y maceísta.

 

Señor Enrique Ubieta Gómez si desea saber hasta donde llega la crueldad del régimen que usted defiende, visite -si los señores que lo dirigen y los servicios de inteligencia se lo permiten- la prisión Kilo-8  régimen especial en Camaguey conocida por “Se me perdió la llave”. Allí estará a la puertas del infierno- y no el de Dante: es el de Castro. Visite el Combinado de Guantánamo, Boniato y Boniatico, Mar Verde en Santiago de Cuba, el Típico y Potosí en las Tunas, el Pre prensado en Villa Clara, Nieves Morejón en Santi Spíritus, Agüica en Matanzas, Kilo 5 ½ y Kilo 8 en Pinar del Río, entre otras decenas más de centros de terror de la amplia geografía carcelaria cubana. De ser así- y lo dudo- quedaría horrorizado. En pleno siglo XXI el régimen tiránico que usted defiende y nada difiere del Nazi Fascismo o del estalinismo. A Zapata solo su gobierno o desgobierno fue quien lo llevó a inmolarse y pasar a engrosar la larga lista del altar de los mártires del castrismo.

 

Zapata soñó como Martín Luther King, Nelson Mándela,  Andrei Sajarov, Aung San Suu Kyi y como todos los cubanos que ansían una patria plural, con todos y para el bien de todos como soñó el más excelso y universal de todos los cubanos José Martí, libre de dogmatismo y de falsos mesianismos.

 

Zapata fue asesinado premeditadamente y hoy ustedes rasgan sus vestiduras, buscan un chivo expiatorio. De los 83 días de martirologio lo tuvieron 18 días sin agua para ponerlo de rodillas, humillarlo y luego- como hace usted hoy- intentar desacreditarlo. El hombre negro prefirió el palenque de la gloria en la eternidad pero no se humilló como usted lo hace hoy a los pies de seres espurios, abyectos y execrables. Orlando Zapata es un digno cubano que la historia lo ha acogido en sus brazos del lado de los pobres, nobles y humanos.

 

Lo emplazo a que me visite en la prisión provincial de Holguín, un antro de terror donde los hombres prefieren suicidarse antes que sufrir la bestialidad de la soldadesca. Soy un prisionero de conciencia, periodista independiente y lo reto a que si tienen un ápice de valor, principios y ética me visite y podrá conocer en carne propia, lo que es la tortura. Ya llevo dos injustos encierros por razones de conciencia, le mostraré las huellas que nunca se borrarán de mi cuerpo. ¿Cual ha sido mi delito? Escribir sin que me lo ordenen, disentir del totalitarismo y por pedir libertad hasta para usted y su familia que por miedo y sumisión han preferido actuar como dóciles corderos a merced de una anacrónica y cruel dictadura. Veinte largos años me impuso su gobierno y la tortura, tanto física como psicológica, no han faltado y no he podido todavía llegar a ese paraíso carcelario que me dibuja, esos esmerados médicos, donde están los  militares de honor, son hienas sedientas de sangre. Pero algo paradójico he podido ver, las cárceles convertidas en escuelas, pero de terror.

 

Hoy escribo a nombre de Orlando Zapata Tamayo quien en vida antes de ser asesinado lanzó su grito de  libertad. Por favor: no escriba más lo que le ordenan que escriba como si sintiese el frío del cañón de una  pistola en sus sienes. En Cuba se tortura, se asesina y se reducen los  hombres encarcelados al plano de bestias salvajes. Viva un día en una cárcel propiedad de los Castro y seguro será uno más de los que preferirán la muerte antes que la deshonra.

 

Por cierto, los cinco espías- sus llamados héroes- ¿Han denunciado otro cuadro kafkaiano y desolador? ¿Han hecho alguna huelga? Les falta la atención médica? Los golpean? Los torturan? ¿La alimentación es putrefacta? No, porque están privados de libertad y no de derechos, en un país que les respeta sus derechos humanos, que los acogió en su seno como ovejas perseguidas y resultaron ser lobos disfrazados.

 

Orlando Zapata Tamayo fue declarado prisionero de conciencia por Amnistía Internacional. No es un preso común como pretenden desinformar al ya desinformado pueblo cubano. Lo exhorto a que tenga pudor y vergüenza o calle para siempre.

 

Espero que el periódico Granma publique mi carta. ¿No cree usted que sea lo correcto?

 

Juan Carlos Herrera  Acosta

Periodista independiente condenado a 20 años de cárcel

“De pie frente al terror.”

 

 

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